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La vida de un miembro de Medi-Cal mejora gracias a la intervención del equipo de servicios sociales de Blue Shield of California Promise Health Plan

“Blue Shield Promise me buscó, ¡ellos me buscaron!” es como Jorge Bautista (53 años) describe su renovado inicio en el camino hacia una mejor salud física y mental gracias a Blue Shield of California Promise Health Plan y su variedad de servicios para los miembros de Medi-Cal.

Jorge Bautista y Lisa Minond, trabajadora social principal de Blue Shield Promise
Jorge Bautista y Lisa Minond, trabajadora social principal de Blue Shield Promise

A lo largo de toda su vida, Bautista ha sufrido problemas médicos crónicos y varias operaciones en las piernas, además de pasar períodos de desamparo durante muchos años.  Perdió su trabajo reciente, que requería levantar metales pesados, debido a sus complicaciones de salud. No tenía familiares que pudieran alojarlo, se convirtió en víctima inesperada de la violencia y terminó nuevamente en situación de desamparo.  Poco después, fue hospitalizado con heridas graves en los pies y luego fue trasladado al Magnolia Post-Acute Center, una instalación médica para convalecientes ubicada en El Cajon.

Fue entonces cuando Lisa Minond, trabajadora social principal del equipo de Servicios Sociales de Blue Shield Promise, asignada a instalaciones para convalecientes y hospitales, entró en contacto con Bautista.  Él recuerda la primera vez que habló con ella por teléfono.  “No podía creer que un plan de salud realmente enviara a alguien para ayudarme a tener un tipo de vida mejor. Me puse a llorar”, dijo. “No se parecía en nada al plan de salud que tenía antes: nunca nadie me llamó cuando caí en momentos difíciles y terminé en el hospital, ya sea para ayudarme o para ponerme en contacto con los servicios que necesitaba”.

Las cosas en Blue Shield Promise funcionaron a favor de Bautista.  “Como parte de nuestras operaciones regulares, se nos notifica cuando un miembro de Medi-Cal está sin hogar y en un hospital, ya que somos quienes pagamos.  Me asignaron a Jorge en Magnolia, y ahí empezamos a trabajar juntos”, dijo Minond.

Minond pudo trabajar con Magnolia para abogar por la prolongación de la estadía de Bautista allí una vez que terminaron sus necesidades de cuidados especializados.  “Afortunadamente, la instalación para convalecientes accedió a mantenerlo bajo atención a largo plazo (LTC, por sus siglas en inglés) ya que fueron compasivos con su situación de desamparo y su deseo de mejorar su vida.  Lo más importante es que Blue Shield Promise autorizó la continuación de los pagos de LTC para el cuidado asistencial debido a su falta de hogar”, explicó Minond.

“Jorge es una de las personas más motivadas con las que he trabajado”, dijo Minond. “Sinceramente desea cambiar su vida, es muy autosuficiente y sigue todo lo que le hemos aconsejado”. Como ejemplo de la dedicación de Bautista, Minond describe cómo esperó tres horas en la fila para ser entrevistado a fin de poder calificar para los Beneficios generales (ayudas monetarias) en una agencia de servicios sociales a la que ella lo refirió.  Además, sin que Minond lo supiera hasta más tarde, Bautista recorrió varias millas por su cuenta para concurrir a una cita médica, antes de que ella le recordara que calificaba, a través de Blue Shield Promise, para el transporte gratuito de ida y vuelta a cualquier cita médica o de salud mental.  “¡Es estupendo saberlo!”, dijo.

Gracias a la intervención de Minond, Bautista vive ahora en una comunidad residencial para personas sin hogar en San Diego llamada PATH (People Assisting the Homeless).  Blue Shield Promise tiene un contrato de larga data con la Unidad de Cuidados Recuperativos de PATH y Minond aprovechó esta relación. Esto se convirtió en un punto decisivo para Bautista, quien usa muchos de los servicios médicos, de salud mental y de apoyo que se encuentran disponibles en la instalación, y está orgulloso de lo mucho que ha avanzado en los dos meses desde que conoció a Minond.

“Me han ocurrido muchas cosas buenas”, dijo Bautista, que es residente legal en Estados Unidos.  “Ahora estoy solicitando la ciudadanía estadounidense y estoy trabajando para conseguir una vivienda estable con la ayuda de PATH. Tengo CalFresh, un teléfono celular y estoy esperando a que el Seguro Social me otorgue el Ingreso Suplementario de Seguridad”.  Lo mejor de todo, agrega, es que se ha reencontrado con un hermano al que no veía desde hace más de un año.

Le gusta especialmente vivir en el centro de San Diego. “Puedo oír los aplausos durante los partidos de béisbol en Petco Park y eso me hace feliz”, dijo.

En este momento, la vida de Bautista está en clara mejoría, y tanto él como Minond están muy entusiasmados.