La Dra. Malaika Stoll, directora médica principal de Blue Shield of California, tiene un nuevo trabajo fuera de horas. Este año empezó a ayudar a su madre y a su padre, ambos mayores de 80 años, en su día a día ya que los dos tienen demencia avanzada. Ella forma parte de los más de 11 millones de familiares que en Estados Unidos cuidan de personas con enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia.
“Es increíblemente difícil ver a los seres queridos sufrir con la demencia e intentar ayudarlos, muchas veces sin saber cómo hacerlo realmente”, dijo la Dra. Stoll.
La demencia implica un deterioro mental que incluye pérdida de memoria, confusión, y cambios de personalidad y de estado de ánimo, entre otros síntomas. Esta enfermedad se produce debido a daños en las neuronas, a menudo debido al Alzheimer, pero también por otras causas. Actualmente, la demencia afecta al 5% de los mayores de 65 años y a más del 30% de los mayores de 85 años. También existen disparidades raciales, con índices más altos de demencia entre los afroamericanos y los latinos.
Como madre de tres hijos, la Dra. Stoll también piensa si ellos tendrán que ser sus cuidadores algún día. “Considerando que tanto mi padre como mi madre tienen demencia, la genética podría no estar a mi favor. Pero ahora sabemos, al igual que con las enfermedades cardíacas, que el riesgo de padecer demencia se reduce en gran medida a través de comportamientos saludables. No podemos cambiar nuestros genes, pero sí podemos hacer mucho para mantener nuestros cuerpos y cerebros sanos”.
1. Mantenga un cuerpo y un cerebro sanos
La mayoría somos conscientes de que una actividad física regular, una dieta nutritiva, y evitar fumar y beber en exceso nos ayudarán a mantener la salud del corazón y del resto del cuerpo. Los estudios más recientes señalan que estos comportamientos saludables también favorecen la salud cerebral y reducen significativamente el riesgo de demencia. Visite la página web de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) para obtener más información sobre la prevención de la demencia.
Cuidarnos como seres integrales también ayuda a nuestro cerebro con el paso de los años. Mantenernos socialmente activos y seguir haciendo las cosas que nos gustan, aunque se tengan que modificar, es importante. Por ejemplo, si le gusta la jardinería, ¡siga haciéndolo! Incluso si eso significa pedir ayuda para las tareas más pesadas. Si le gusta viajar, puede seguir haciéndolo al visitar zonas más cercanas a su casa si se le dificultan los viajes largos en auto o en avión. Otra parte del cuidado personal es reducir el estrés. Se ha demostrado que la meditación tiene efectos positivos sobre nuestra salud mental, y controlar la depresión y la ansiedad también es importante para la salud del cerebro.
2. Encuentre un médico que ayude
La demencia empeora con el paso de los años, y cuanto antes se identifique, antes podrán abordarse determinados factores de riesgo. Por ejemplo, los medicamentos que controlan la presión arterial y la diabetes pueden retrasar el avance de la demencia. Los médicos pueden pedir análisis para detectar causas tratables de la pérdida de memoria, como un problema de tiroides. También pueden realizar pruebas para evaluar la memoria y otras funciones cerebrales, derivar a especialistas en demencia, y conectar a los pacientes y a sus familiares con servicios comunitarios de apoyo.
“Contar con un equipo de cuidado que le ayude a usted o a su ser querido a entender su diagnóstico y la importancia de aceptar ayuda puede aliviar algunos de los problemas que terminarán presentándose a medida que avance la enfermedad”, dijo la Dra. Stoll.
“El diagnóstico de demencia provoca miedo, tanto en el paciente como en su familia. Pero estar informados nos permite enfrentar los desafíos y prepararnos mejor para el futuro”.
3. Planifique
Es importante documentar nuestros deseos en caso de que no podamos tomar decisiones solos. Asegúrese de que sus seres queridos hayan establecido instrucciones por adelantado antes del avance de la demencia.
La planificación financiera también puede ser importante, ya que el cuidado de las personas con demencia puede resultar costoso. Trabaje con un administrador de casos para explorar las opciones, incluidos los servicios de apoyo a domicilio, la atención temporal, las guarderías para adultos mayores y los centros de cuidados a largo plazo.
4. Cuide al cuidador
Cuidar de una persona con demencia puede ser increíblemente demandante y complicado. Alrededor del 70% de los cuidadores de personas con demencia lo consideran estresante y se preocupan por su propia salud. Con tantas personas afectadas por esta enfermedad, existen comunidades y recursos informativos disponibles para los cuidadores. Un buen lugar para empezar es la Alzheimer’s Association (Asociación contra el Alzheimer).
“Las personas afectadas por la demencia, incluidos los cuidadores, suelen enfrentar sensaciones de soledad y temor, pero no estamos solos”, dijo la Dra. Stoll.
Recursos
- Para informarse sobre las señales y los síntomas de la demencia y las formas de reducir su riesgo, visite la página dedicada a la demencia de Blue Shield of California.
- Para las herramientas y los recursos disponibles para las personas afectadas por la demencia, visite la página de recursos sobre la demencia de los CDC.
- En cuanto a la alimentación, las dietas beneficiosas para el corazón también lo son para el cerebro. Una opción es la dieta MIND, pero hable con su médico sobre su recomendación.