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Intimidación: una mayor concienciación podría ayudarnos a abordar un problema subestimado

Los expertos afirman que el acto de intimidación (también conocido como acoso, maltrato o en inglés bullying) se remonta a las primeras formas de civilización. Lamentablemente, si se observa la época actual, se podría decir que mucho no ha cambiado. Los acosadores siguen causando dolor mental y físico en nuestros patios escolares, en nuestros espacios de trabajo, ciertamente en las redes sociales e, incluso, en los niveles más altos del gobierno.

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David Bond

Considerando la persistencia de la intimidación, los expertos de Blue Shield of California creen que es importante seguir concienciando y abordando este problema.

¿Qué es la intimidación?

La intimidación se presenta de muchas formas. La Asociación Estadounidense de Psicología la define como una forma de comportamiento agresivo en la que alguien provoca lesiones o malestar a otra persona de forma intencionada y repetida. Puede adoptar la forma de contacto físico, palabras o acciones más sutiles.

Es especialmente problemática para los jóvenes. Un informe de 2021 del Departamento de Educación sobre los indicadores de delincuencia y seguridad escolar afirma que el 22% de los estudiantes declararon haber sido intimidados durante el ciclo académico. Entre los géneros, el 26% de las mujeres reportaron haber sufrido intimidación frente al 19% de los varones. Los estudiantes que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales o transexuales (LGBT) tienen más del doble de probabilidades de sufrir intimidación que sus compañeros no LGBT. Estos pueden parecer porcentajes bajos, pero el efecto dominó en nuestros jóvenes y en nuestras familias y escuelas es significativo.

“La victimización por intimidación es algo que debe tomarse tan en serio como cualquier otro asunto de salud pública que puede afectar significativamente al bienestar”, dice David Bond, director de Salud Mental, Programas Gubernamentales, en Blue Shield of California. “Sabemos que la buena salud no es posible sin una buena salud mental, que puede verse afectada negativamente cuando los estudiantes se sienten inseguros debido al acoso, la agresión física y verbal, la humillación y la intimidación persistentes”.

Marcar la diferencia

Bond afirma que todos los estudiantes deberían poder asistir a la escuela sin miedo a la intimidación, y aunque enfrentarse al acoso y a la victimización es complicado, cuenta con una solución básica: la participación activa. El experto anima a los padres y a los cuidadores a dialogar con los niños y jóvenes de forma habitual.

“Hay que tener en cuenta que el estigma que rodea a la intimidación puede inhibir a los jóvenes a la hora de pedir ayuda o de decir que están viviendo una situación muy difícil”, dice Bond. Si usted sospecha de una intimidación, el experto sugiere acercarse a los jóvenes con preguntas concretas pero abiertas, como: ‘¿Quién te molesta más en la escuela?’ o ‘¿Hay alguien en la escuela que te gustaría que te dejara en paz?’. Esté abierto a escuchar a los estudiantes, así como posiblemente a los adultos, en la escuela o en línea.

“Si sus hijos sufren intimidación en la escuela, quizás no se sientan cómodos de decir el nombre de la persona, pero si observa sus expresiones y su lenguaje corporal es posible ver señales no verbales como el silencio y la evasión que pueden indicar un problema”, dice Bond. Las víctimas de la intimidación también son más propensas a faltar más seguido a la escuela y, aunque el ausentismo escolar no debe ignorarse, a veces los estudiantes se protegen faltando a clase.

También es importante capacitar a los niños, y a los adultos, para que ayuden a los que sufren intimidación, dice Bond. “Si vemos una situación y decimos algo en el momento, a veces podemos disipar los efectos nocivos de la intimidación antes de que se agraven. La intimidación es crónica, pero cuanto más intentemos romper el ciclo, mejor. También debemos tratar de ayudar al agresor a obtener la resolución que necesita. Los acosadores suelen ser también personas lastimadas”.

La intimidación no es únicamente un problema juvenil

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Dra. Nicole Stelter

Los jóvenes no son los únicos que están a la defensiva cuando se trata de los acosadores. También los adultos son víctimas de la intimidación, especialmente en el trabajo. El 30% de los empleados en Estados Unidos afirma haber sido acosado en sus carreras según un informe del Workplace Bullying Institute.

“En el trabajo hay más presión para ignorar el comportamiento de intimidación en vez de tomarlo en serio como el problema sanitario y empresarial que es”, dice la Dra. Nicole Stelter, directora de Salud Mental, Mercados Comerciales en Blue Shield of California, y psicóloga industrial/organizacional. “Es una barrera importante cuando se trata de crear un ambiente laboral psicológicamente saludable y una sólida cultura de salud mental”.

Los efectos de la intimidación en el trabajo incluyen una menor productividad y un mayor ausentismo, así como impactos en la salud incluyendo depresión y ansiedad. Además, el impacto para los testigos y la empresa en general puede ser crítico:  menos creatividad y productividad, alta rotación de personal, daño a la reputación de la empresa, aumento de las indemnizaciones a los trabajadores y riesgo de discapacidad.

“Quisiera recordar a todos los que se enfrentan a acosadores que no están solos”, dice la Dra. Stelter. “Tanto si es la víctima como si es un testigo, el paso más importante es tomarlo en serio y pedir ayuda. Con la creciente concienciación de los empleadores se produce una mayor atención y esfuerzo para abordar de forma directa herramientas como la capacitación y las políticas explícitas a fin de prevenir e intervenir”.

Si descubre que tiene problemas inusuales para dormir, cambios en su apetito o sensaciones de ansiedad, agobio, tristeza y enfado, entonces es el momento de consultar a un profesional de la salud mental o a su programa de asistencia al empleado (en inglés, employee assistance program o sus siglas EAP) para obtener asesoramiento y apoyo confidenciales.

Recursos

  • El Departamento de Servicios de Desarrollo de California tiene información sobre cómo hablar de la intimidación, cómo ayudar a las víctimas y qué hacer si es víctima del acoso.
  • El sitio web federal stopbulling.gov ofrece recursos sobre el ciberacoso, leyes federales y qué pueden hacer las escuelas y los niños.
  • La página de salud mental de Blue Shield of California tiene una variedad de recursos en inglés para los miembros, mientras que nuestro Programa BlueSky posibilita el acceso de los jóvenes, padres y educadores a servicios de salud mental.
  • Si usted o un conocido está en crisis, llame al 988 para comunicarse con un consejero de la Línea 988 para la Prevención del Suicidio y la Crisis. Este es un recurso excelente para las personas que están sufriendo y para las que quieren ofrecer apoyo.  Aquellos que prefieran no hablar por teléfono pueden enviar un mensaje de texto al “741741” para contactar a los expertos de crisistextline.org.