Los adultos y adolescentes vacunados están disfrutando muchas de las actividades que se vieron obligados a interrumpir durante la pandemia. Sin embargo, para los niños menores de 12 años todavía no existe una vacuna. Esto puede haber afectado los planes familiares para el verano, además de ser frustrante para los niños que aún deben seguir usando mascarillas.
En California, las clases presenciales a tiempo completo comenzarán en unas pocas semanas y, debido a que las mascarillas son obligatorias para los que no están vacunados, los niños más pequeños tendrán que usarlas en la escuela. En este momento, no sabemos exactamente cuándo se aprobará una vacuna infantil. Tampoco está claro si los estudiantes mayores vacunados tendrán que usar mascarillas en la escuela, y todo dependerá de las normas de cada distrito.
Por eso, aunque nuestras comunidades ya estén abiertas, a las familias les puede resultar difícil enfrentar los efectos continuos del COVID-19. Aquí, la Dra. Malaika Stoll, directora médica principal de Blue Shield of California y madre de tres hijos, comparte sus consejos sobre cómo prepararnos para los cambios mientras disfrutamos los días que quedan del verano.
Limítese a los hechos y sea paciente.
“Aunque aún nos queda mucho por aprender sobre el COVID-19, contamos con un amplio y creciente caudal de conocimientos”, afirma la Dra. Stoll. Sabemos que la vacuna es altamente eficaz y muy segura contra el COVID-19, y que las mascarillas ofrecen una gran protección, especialmente con la preocupación que rodea a la variante delta. Sabemos que estar en un lugar cerrado y con muchas personas aumenta el riesgo de contraer el COVID-19. También sabemos que, por lo general, los más jóvenes no presentan síntomas o, si los tienen, estos son muy leves. “El objetivo es asegurarnos de que los niños entiendan las precauciones necesarias, sin generarles ansiedad”, agregó la Dra. Stoll.

Los padres pueden explicar a sus hijos que la razón por la que se vacunó primero a los mayores es que el virus es más peligroso para ellos. El hecho de que la vacuna sea segura y eficaz en los adultos es tranquilizador, y lo más probable es que esté disponible pronto para los niños. Todos hemos aprendido a ser un poco más pacientes durante esta pandemia.
Valide las dificultades, sin dejar de lado el optimismo.
La situación ha mejorado mucho respecto a hace seis meses, y seguirá haciéndolo a medida que más personas se vacunen. Sin embargo, los niños y los adolescentes han enfrentado dificultades únicas debido al COVID-19, y estas continúan. Algunos jóvenes pueden estar preocupados por las interacciones sociales conforme se preparan para regresar a las clases presenciales.
“Es importante decir a los niños que estas inquietudes son entendibles”, dice la Dra. Stoll. “Al mismo tiempo, el hecho de que las escuelas reabran es positivo, tanto para los estudiantes como para las familias. Ayude a sus hijos a identificar aquellas situaciones que les den más ilusión, como reencontrarse con un maestro o amigo favorito, volver a hacer deporte u otras actividades, o comprar útiles escolares nuevos”. Hablando de los útiles escolares, no se olvide de incluir las mascarillas.
Encuentre el equilibrio y acepte los cambios.
Para algunos, reanudar las actividades previas a la pandemia requiere un enfoque gradual. Hable con los miembros más pequeños de su familia para ayudarlos a encontrar el equilibrio. Los momentos de tranquilidad después de la escuela, o entre juegos y actividades, pueden ayudar a los niños a regresar a sus rutinas normales.
Puede ser útil que los padres fomenten ciertas actividades para ayudar a la exposición gradual y a la reincorporación. “Explique a sus hijos que es normal sentirse nerviosos al hacer cosas que no pudieron hacer en mucho tiempo”, afirma la Dra. Stoll. Además, los padres deben darse cuenta de que sus hijos han cambiado respecto al año pasado. Puede que tengan intereses, amigos y hábitos nuevos. El hecho de que nuestro entorno regrese a un estado similar al que teníamos antes de la pandemia no significa que vayamos a interactuar con él de la misma manera.
Disfrute de la pausa.
Por algo se usa el término “pausa de verano”. Aprovechemos estas próximas semanas para disfrutar de la familia, los amigos y las actividades favoritas, así como para celebrar los progresos que hemos logrado para vivir más seguros. Mientras nos preparamos para el primer día de clases, recordemos también de disfrutar al máximo las últimas semanas del verano.
BlueSky de Blue Shield of California y Child Mind Institute ofrecen a los padres estos consejos prácticos para responder a las necesidades de salud mental de los jóvenes.
La iniciativa BlueSky de Blue Shield of California mejora el acceso, la concienciación y la defensa de la ayuda en materia de salud mental juvenil en colaboración con el Departamento de Educación de California y organizaciones no lucrativas importantes. BlueSky apoya la salud mental de los jóvenes de California al facilitarles el acceso a médicos en las escuelas secundarias y preparatorias, capacitar a los educadores para que puedan identificar las señales de problemas de salud mental y ofrecer a los estudiantes recursos de apoyo a la salud mental en persona y en línea.