La independencia y la movilidad segura son aspectos importantes en la salud y el bienestar de los adultos mayores. Por este motivo, Blue Shield of California está colaborando con AAA Northern California a fin de ofrecer a sus miembros ayuda para mantener su independencia con un paquete nuevo e innovador de beneficios suplementarios. Estos recursos ayudan a las personas mayores con consejos y educación sobre seguridad vial, programas de simulación por computadora para ayudarlos a mejorar sus habilidades de manejo y asistencia en la carretera. Le pedimos al Dr. Seth Glickman, director de salud de Blue Shield, que nos diera consejos e información para que los adultos mayores y sus familias se mantengan activos en su independencia y tengan una movilidad más segura.
¿Cuándo deberían los adultos mayores realizar una evaluación clínica de manejo para prevenir situaciones inseguras y/o accidentes?
Es importante sentirse despierto, alerta y consciente de su entorno al manejar. Además, la coordinación entre las manos y los ojos, los reflejos y la vista son fundamentales. Ciertas enfermedades crónicas (y su tratamiento) pueden interferir en el estado mental, los reflejos e incluso la vista.
Los siguientes problemas de salud pueden justificar una evaluación clínica del manejo:
- Algunas enfermedades cardíacas, incluyendo problemas de ritmo cardíaco, insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedad coronaria y otras
- Diabetes mellitus
- Trastornos pulmonares crónicos
- Algunos problemas de coagulación, como antecedentes de coágulos en las piernas (trombosis venosa profunda), pulmones (embolia pulmonar) o cerebro (accidente cerebrovascular)
- Endurecimiento de las arterias de las piernas (enfermedad vascular periférica)
- Problemas de memoria o capacidad cognitiva, incluyendo Alzheimer
- Cáncer, especialmente si está recibiendo tratamiento
- Algunos problemas psicológicos, como ansiedad o depresión no tratada
- Antecedentes de pérdida del conocimiento, incluyendo desmayos o síncopes
Algunos de los medicamentos que pueden provocar problemas de seguridad incluyen:
- Uso de sedantes, incluidos los medicamentos para dormir que se toman fuera de la hora de acostarse (como benzodiacepinas), antihistamínicos sedantes como el Benadryl y otros.
- Ciertos antidepresivos como los tricíclicos.
- Ciertos medicamentos utilizados para tratar el Parkinson (anticolinérgicos).
- Algunos relajantes musculares.
- Algunos medicamentos utilizados para tratar trastornos psiquiátricos.
- Ciertos medicamentos para el dolor, incluidos los narcóticos.
- Un pequeño número de medicamentos utilizados para tratar la hipertensión, como la metildopa o la clonidina.
- Cualquier medicamento que provoque somnolencia, mareos, retrasos en el tiempo de reacción y movimiento, desmayos, vista borrosa, excitabilidad y dificultad para concentrarse.
Por último, si un adulto mayor maneja imprudentemente, incluyendo las siguientes situaciones:
- Pasarse de un carril a otro
- Hacer cambios de carril repentinos e innecesarios o frenar de golpe
- No respetar las señales de alto (STOP) o los semáforos en rojo
- Confundirse mientras maneja
- Situaciones de riesgo como haber estado cerca de chocar o bien se ha salvado por poco, etc.
- Abolladuras o rayaduras en el vehículo producidas al manejar demasiado cerca de los objetos
Si los familiares notarán que alguna de estas situaciones, ¿cómo deben hablar con el adulto mayor sobre esto?
No existe una edad límite universal en la que los adultos mayores deben dejar de manejar. Sin embargo, si usted empieza a notar cualquiera de las señales anteriores, es hora de abordar la situación. No espere a que ocurra un accidente.
Es importante ser comprensivos con los sentimientos de su ser querido, ya que la mayoría de los adultos mayores consideran que la pérdida de la capacidad de manejar es un acontecimiento importante que representa la pérdida de su independencia y autosuficiencia. En lugar de quitarle las llaves del auto a la fuerza, sugiera una prueba de manejo para evaluar si es capaz de manejar un auto de manera segura y responsable. Las evaluaciones de manejo están disponibles en las oficinas locales del Departamento de Vehículos Motorizados (DMV). Si su adulto mayor no pasa la prueba, entonces es hora de que pierda su privilegio de manejar.
Por favor, recuerde los siguientes consejos al hablar con su familiar:
- Sea respetuoso. Manejar es a menudo una parte integral de la independencia. Al mismo tiempo, no se sienta intimidado ni se eche atrás si tiene una verdadera preocupación.
- Dé ejemplos concretos. En lugar de generalizaciones como “Ya no puedes manejar prudentemente”, describa las inquietudes específicas que haya notado. Por ejemplo: “Te cuesta más girar la cabeza que antes” o “Frenaste de repente en las señales de alto tres veces la última vez que manejaste”.
- Los números hacen la fuerza. Si más de un familiar o amigo cercano lo ha notado, es menos probable que se tome como un regaño. Un ser querido también puede escuchar a una persona más imparcial, como un médico o un especialista en seguridad vial.
- Ayude a encontrar alternativas. Es posible que la persona esté tan acostumbrada a manejar que nunca haya considerado alternativas. Puede ofrecer ayuda concreta, como investigar opciones de transporte o llevarlo adonde tenga que ir cuando sea posible.
- Entienda la dificultad de la transición. El adulto mayor puede experimentar una profunda sensación de pérdida. Entregar las llaves de su vehículo, y no poder manejar puede llevarlo al aislamiento y a la depresión. Ayúdelo en la transición lo más que pueda. Si es seguro, intente que la persona mayor deje de manejar de a poco para así darle tiempo a adaptarse. Por ejemplo, él o ella puede comenzar la transición dejando de manejar de noche o en autopistas, o utilizando un servicio de transporte a reuniones específicas, como las citas con sus médicos.
¿Cómo pueden los adultos mayores prepararse o seguir mejorando sus habilidades de manejo para una movilidad más segura?
En algunos casos, inscribirse en un curso de manejo para adultos mayores puede ayudarlos a mejorar sus habilidades. Hasta los conductores con más experiencia pueden beneficiarse de un curso de seguridad para conductores. En estos cursos, los mayores aprenderán las reglas viales vigentes, las técnicas de manejo defensivo y cómo manejar un vehículo de manera más segura ante las dificultades crecientes en el entorno actual. Los instructores también pueden ofrecer recomendaciones para enfrentar y adaptarse a los cambios relacionados con la edad en cuanto a la vista, la audición y el tiempo de reacción.
¿Importa cuántos años de experiencia de manejo tenga un adulto mayor? Y una vez que deja de manejar, ¿afecta a su salud mental ya que no tiene esta independencia?
Los investigadores aconsejan los programas de intervención que aseguran la movilidad y las funciones sociales ya que estos tienen la capacidad de reducir los posibles efectos adversos en la salud y el bienestar que dejar de manejar puede tener en los adultos mayores.
Es este el motivo por el que Blue Shield está colaborando con AAA Northern California. El objetivo es ayudar a nuestros miembros de Medicare a mantenerse más móviles e independientes mientras manejando, contribuyendo así a una mejor calidad de vida.