Por Rory J. O'Connor
Maximizar el potencial del sector privado es "esencial para garantizar una distribución más eficiente y equitativa de las vacunas contra el COVID-19", según un nuevo informe que analiza la campaña de vacunación de Estados Unidos.
Publicado el lunes (12 de abril) por COVID Collaborative y Duke-Margolis Center for Health Policy (Centro Duke-Margolis de Política Sanitaria), el informe identifica cuatro áreas principales en las que la labor del sector privado puede contribuir de forma significativa a las campañas locales, estatales y federales en marcha a fin de acelerar la vacunación de toda la población. Estas áreas incluyen la expansión de la capacidad de la red de vacunación; el respaldo a la información y al acceso de los trabajadores a las vacunas; el fomento de la equidad y el aumento del contacto con las comunidades que tienen mayor riesgo de infección.
"Expandir la capacidad existente para cumplir el objetivo de vacunar a millones de personas en las próximas semanas y meses, y hacerlo de forma equitativa requiere alianzas y colaboraciones nuevas o afianzadas", señala el informe.
El informe se refirió a la función de Blue Shield of California como administrador externo de la campaña de vacunación de California como un ejemplo del "papel esencial" que un aliado del sector privado puede desempeñar para resolver las problemáticas logísticas y operativas de un estado cuando se trata de expandir su capacidad. Además, uno de los numerosos beneficios del modelo de California es un mejor acceso a los datos en tiempo real, lo cual puede usarse para distribuir las vacunas a las comunidades más afectadas en apoyo a los objetivos estatales de equidad.
Las conclusiones del informe surgieron de debates en los que participaron expertos en vacunación y salud que representan al sector académico, salud pública, gobernadores estatales, profesionales médicos, planes de salud (incluyendo a representantes de Blue Shield of California) y grandes empleadores privados como Amazon, Google y Walmart.
"De cara al futuro, las alianzas actuales y posteriores entre el sector público y el privado pueden seguir contribuyendo a aumentar la capacidad de vacunación, reducir los obstáculos al acceso, apoyar las estrategias de equidad y difusión, y promover la vacunación entre los empleados y el público general", afirmaron los autores. Además: "Las entidades privadas como los planes de salud, los HIE (intercambios de información médica) y otras con acceso a los datos de salud, pueden desempeñar una función esencial en el seguimiento de las personas después de que se vacunen para monitorear su salud a largo plazo".
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