
Hace varios años, Kenyale Kearney viajaba en un autobús en San Diego que sufrió un choque provocado por un conductor ebrio. Kearney fue una de las pasajeras heridas en aquel accidente al salir despedida de su asiento. Ahora que tiene 30 años, aún sigue sufriendo problemas físicos, principalmente dolores.
Al principio, los médicos la trataron con medicamentos, pero con el tiempo, estos se convirtieron en un problema tan grave como el dolor. “Sentía una gran confusión en mi cerebro y no podía concentrarme en nada”, dijo Kearney. “Cuando intenté explicarle a mi médico los dolores que sentía en las piernas, los hombros y la espalda, me dijo que el tratamiento más adecuado a mi situación era con medicamentos. Él creía que mis dolores estaban solo en mi cabeza”.
Sin embargo, las cosas mejoraron cuando se inscribió a Blue Shield of California Promise Health Plan, sobre todo al enterarse de que calificaba para participar en Health Homes, un programa piloto con Community Research Foundation (CRF) de San Diego en 2020. “Gracias a este programa me asignaron una coordinadora de la atención que llamó a mi médico y le explicó mi problema de una forma que él entendiera”, dijo. “No podía creer que alguien me ayudara y que pudiera decirle a un médico las palabras justas en mi nombre, y que él me escuchara y respondiera. Dejé los medicamentos y empecé una terapia acuática”.
CRF es un aliado comunitario de Blue Shield Promise desde hace años, colaborando con el plan de salud para prestar servicios de coordinación de la atención y de intervenciones a los miembros de Medi-Cal que más lo necesitan. Actualmente, CRF es un proveedor comunitario integrado en Blue Shield Promise, que ofrece servicios de coordinación mejorada de la atención médica (en inglés, Enhanced Care Management o sus siglas ECM) y de apoyo comunitario a miembros como Kearney en el marco de CalAIM (California Advancing and Innovating Medi-Cal). Este proyecto estatal enfocado en la transformación de Medi-Cal está ampliando e incorporando al sistema de salud varios servicios no médicos que abordan los determinantes sociales de la salud.
Hoy, Kearney trabaja en estrecha colaboración con Nay Damlong, su coordinadora de atención en CRF, y su estado físico y emocional ha mejorado mucho. “Aún siento dolores físicos debido al accidente, pero los controlo con terapia acuática y tratamiento quiropráctico”, dijo. “Si necesito algo, Nay siempre me ayuda a conseguirlo. Es una bendición”.
A medida que su bienestar físico y mental mejoró, Kearney ha recurrido a otros servicios disponibles, como usar el transporte para las citas médicas, mantener informados a todos sus médicos sobre sus cuestiones de salud, recibir ayuda para los trámites de discapacidad y establecer herramientas sencillas de administración financiera a fin de asegurarse de pagar a tiempo las facturas mensuales. Kearney, que recientemente fue mamá, también está recibiendo ayuda de Damlong para extender su actual permiso de maternidad.
“Estoy muy contenta de tener a Blue Shield Promise y a una coordinadora de la atención que me defienden. Todo esto cambió totalmente la situación para mí”, dijo Kearney.