¿Conoce a un niño o adolescente que sufra dolores de estómago frecuentes, náuseas, diarrea u otros problemas digestivos? Si es así, no es el único. Muchos jóvenes sufren problemas digestivos que pueden ser provocados por la ansiedad, el estrés u otros problemas de salud mental, los cuales han aumentado considerablemente durante la pandemia.
Los problemas digestivos crónicos deben consultarse con un médico, especialmente si van acompañados de pérdida de peso, fiebre, hemorragia u otros síntomas preocupantes, dijo la Dra. Malaika Stoll, directora médica principal de Blue Shield of California.
“El médico puede pedir análisis y estudios para detectar ciertas enfermedades”, dijo Stoll. “A menudo, todas estas pruebas resultan negativas, dejando a las familias sin un diagnóstico claro y preguntándose qué pueden hacer”.
En el caso de los niños sin problemas graves, un buen paso siguiente es examinar la alimentación. Para un adulto, esto incluye ayudar al niño o adolescente a identificar y evitar los alimentos que pueden provocar los síntomas. Además, considere que el estrés, la ansiedad y otros factores mentales y emocionales también pueden contribuir a los problemas digestivos.
“Nuestra mente y nuestro intestino están conectados”, dijo Stoll. “Es la razón por la que sentimos mariposas en el estómago antes de un evento importante, y por la que el apetito se ve afectado por nuestro estado de ánimo y niveles de estrés. Esto es normal, pero a veces los adolescentes necesitan ayuda para entender y manejar esta relación”.
Hable de la situación
Los padres e hijos no siempre hablan abiertamente de lo que les ocurre emocionalmente, y algunos padres pueden no reconocer que sus hijos están sufriendo estrés, ansiedad o problemas de salud mental.
Si los dolores de estómago van acompañados de diarrea y/o estreñimiento y estos síntomas se presentan a lo largo de varios meses, podría tratarse del síndrome del intestino irritable (en inglés, irritable bowel syndrome o sus siglas IBS).
“Esta afección puede derivar del estrés o la ansiedad”, explica Stoll, “y es muy frecuente en los adolescentes, ya que afecta a entre el 15% y el 20% de ellos. Algunos síntomas intestinales tienen una causa fácilmente tratable, como una infección, mientras que el IBS puede tardar en diagnosticarse y tratarse”.
Stoll, médica de familia con tres hijos adolescentes propios, urge a los padres a ser comprensivos y a mantener una mente abierta sobre lo que puede estar contribuyendo a los problemas digestivos de sus hijos.
Consejos de la Dra. Stoll para ayudar a un niño o adolescente con problemas digestivos:
- El dolor de estómago cada tanto es normal, pero si su hijo tiene dolor de estómago, diarrea o estreñimiento con frecuencia durante un par de meses, consulte al médico para descartar infecciones o alergias.
- Si su hijo pierde peso, tiene fiebre u otros síntomas preocupantes, busque ayuda médica inmediatamente. Si le preocupa que pueda tener un trastorno alimentario, como la anorexia o la bulimia, solicite ayuda profesional de inmediato.
- Para saber más sobre el estado emocional de sus hijos, elija un momento adecuado (no cuando el joven acaba de llegar a casa de la escuela o esté estudiando para un examen) para preguntarle cómo le va en sus estudios, con sus amigos o en las actividades extraescolares. A esto le pueden seguir preguntas más específicas, por ejemplo: “¿Piensas que ciertas situaciones empeoran los síntomas de tu estómago?”. Ayude a su hijo adolescente a ser más consciente de su salud, su estado de ánimo y los factores que lo afectan.
- Sugiera a su hijo que tenga un diario para apuntar cuándo se producen los síntomas y si están relacionados con determinados alimentos, momentos del día, clases o actividades. Eliminar los alimentos que provocan reacciones adversas y reducir las causas de estrés puede ayudar a aliviar los síntomas.
- Asegúrese de que su adolescente duerma lo suficiente, coma sano y haga ejercicio regularmente, lo que puede ayudar a la digestión y también a reducir el estrés.
- Las aplicaciones de sueño y meditación como Headspace (disponible en la plataforma digital Wellvolution de Blue Shield) también pueden ayudar a reducir el estrés, y a los adolescentes les encantan las aplicaciones.
- Además de consultar a un médico, considere que la terapia psicológica puede enseñarles estrategias de afrontamiento y cómo reducir el estrés.
“La salud mental es tan importante como la física, y con el COVID hemos observado un gran aumento de problemas de salud mental”, dijo Stoll. “Lamentablemente, a veces sigue existiendo un estigma en torno a la salud emocional y mental, ya sea que son culpa de una persona o que son señales de debilidad. Tenemos que esforzarnos para cambiar esta desinformación”.
Para obtener más información sobre la depresión y la ansiedad en niños y adolescentes, visite el sitio web de BlueSky de Blue Shield. BlueSky es una iniciativa a largo plazo enfocada en la salud mental juvenil en colaboración con el Departamento de Educación de California y destacadas organizaciones no lucrativas. BlueSky facilita el acceso a médicos en las escuelas secundarias y preparatorias, capacita a los educadores para que puedan identificar las señales de problemas de salud mental y ofrece a los estudiantes recursos de salud mental tanto en persona como en línea. También puede visitar la página de salud mental de Blue Shield of California aquí.