El nuevo año escolar comienza este mes en California, pero el regreso a la escuela no será igual ya que muchos niños continuarán aprendiendo a distancia debido al COVID-19.
Tradicionalmente, durante el ajetreado período previo al inicio de las clases, los padres dedicaban semanas a la compra de materiales y otros artículos escolares para sus hijos mientras que los padres de los niños que iniciaban su educación debían apresurarse a cumplir con los requisitos legales de las vacunas infantiles actualizadas a fin de que sus hijos pudieran asistir a la escuela. (Los niños exceptuados de este requisito legal son aquellos con problemas de salud validados médicamente o de edad para quienes las vacunas serían dañinas o fatales).
Ahora, en este mundo escolar nuevo, a los profesionales de la salud les preocupa que muchos niños que siguen asistiendo a la escuela a distancia no se pongan al día con las vacunas que necesitan para proteger sus vidas, las de sus familias y las de sus comunidades de enfermedades prevenibles.
Le preguntamos a la Dra. Susan Fleischman, directora médica de Blue Shield of California Promise Health Plan, la importancia de vacunar a los niños a tiempo, especialmente en medio de una pandemia.
¿Por qué es importante que los padres vacunen a sus hijos?
Las vacunas son la base de la atención preventiva para los niños de todo el mundo. Iniciar las inmunizaciones a una edad temprana, o sea desde el nacimiento, y continuarlas de forma constante a lo largo de la vida de los niños garantiza que estén protegidos contra enfermedades infecciosas que solían ser comunes, como por ejemplo la poliomielitis o la tos ferina. Al vacunarlos, no sólo los niños estarán protegidos sino también toda la comunidad ya que se logra la “inmunidad colectiva” que nos protege a todos.
Creo que nuestra sociedad ha olvidado lo frecuentes que eran las enfermedades infecciosas y damos por seguro la buena salud de la que goza la gran mayoría de los niños y adultos de nuestro país en lo que respecta a las enfermedades infecciosas debido a las vacunaciones desde la infancia. La pandemia de COVID-19 ha sido un doloroso recordatorio de lo vulnerables que podemos ser a las infecciones para las que no somos inmunes.
¿Podría dar algunos ejemplos de enfermedades que eran comunes en los EE.UU. y que ahora han desaparecido o han disminuido significativamente?
La polio es un buen ejemplo. En la primera mitad del siglo XX, la polio afectó a niños de todas las edades. La enfermedad los paralizaba, obligándolos a usar pulmotores durante meses y, si sobrevivían, generalmente quedaban paralíticos de por vida. Cuando el Dr. Jonas Salk inventó la vacuna contra la polio en 1953 y los niños de todo el mundo se vacunaron, la enfermedad desapareció.
El sarampión es otro ejemplo. Sin embargo, debido a que mucha gente tanto de Estados Unidos como del resto del mundo ha dejado de vacunar a los niños contra esta enfermedad, que antes era común, se han registrado epidemias de sarampión.
¿Cómo pueden saber los padres qué tipos de vacunas necesitan sus hijos y cuándo?
Los pediatras y los médicos de familia están en la primera línea para ayudar a los padres con el calendario de vacunación de sus hijos desde que son bebés. Por lo general, los pediatras recomiendan a los padres un programa de vacunación a largo plazo cuando los niños nacen. Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades indican el tipo de vacunas infantiles y el calendario obligatorio. También hay programas de “actualización” que ayudan a los padres a asegurar que sus hijos tengan las vacunas al día.
¿Hay alguna edad en la que los niños sean especialmente vulnerables a las enfermedades y deban ser vacunados?
Para los niños, vacunarse a cualquier edad es fundamental. Es también muy importante que no se atrasen en el calendario de vacunación y que se respeten las edades adecuadas. Este año, es esencial que los niños se vacunen contra la gripe estacional, además de otras vacunas necesarias para su edad.
Sin embargo, la realidad es que a veces los padres se olvidan o descuidan el calendario de vacunación debido a factores estresantes en sus vidas, como la pérdida del trabajo, problemas de vivienda o inseguridad alimentaria. Sólo cuando los niños tienen que empezar el preescolar o el jardín de infantes se les exige que se pongan al día con todas las vacunas que les faltan. En el mundo de la salud, llamamos a esto el “ajetreo médico previo al regreso a la escuela”.
Ahora que muchos niños en California aprenderán a distancia y es posible que no asistan en persona a la escuela, ¿espera ver un cambio en esta mentalidad de “ponerse al día” con las vacunas?
Sí. Es una gran preocupación para muchos médicos como yo. También creemos que algunos niños pueden no vacunarse porque las familias temen ir a un consultorio médico durante la pandemia de COVID-19. En Blue Shield of California Promise Health Plan, hemos lanzado un programa extenso con el cual contactaremos a las familias inscriptas en Medi-Cal para recordarles la importancia de vacunar a sus hijos ya que esto es esencial para su salud y bienestar.
¿Hay niños que no pueden ser vacunados debido a problemas de salud importantes?
Sí, algunos niños que tienen problemas de salud validados médicamente, como por ejemplo una enfermedad autoinmune, problemas sanguíneos, alergias u otras afecciones graves, no pueden vacunarse debido al posible daño que podría provocarles. En estos casos, las vacunas pueden ser potencialmente dañinas o fatales para ellos. Sin embargo, pueden ir a la escuela porque el resto de sus compañeros y los miembros de la comunidad fueron vacunados. La “inmunidad colectiva” está funcionando. Cuando otros niños no están vacunados, ponen a estos niños vulnerables en peligro.
¿Qué pueden hacer los padres para reducir su ansiedad y preocupación por llevar a sus hijos al médico para que los vacunen?
Los padres pueden llamar al consultorio del médico de cabecera de sus hijos y preguntarle sobre sus protocolos de seguridad.
Durante esta pandemia, los pediatras han sido muy rigurosos y se han adelantado a los acontecimientos para asegurarse de poder atender tanto a los niños que están sanos como a los que no lo están. Muchos consultorios pediátricos designaron un horario específico para los controles de rutina de bebés o de niños sanos, y otros horarios para las visitas de los niños que tienen síntomas preocupantes o están enfermos. La Academia Estadounidense de Pediatría ha publicado una guía para que los pediatras continúen vacunando a los niños durante el COVID-19.