Por Kimberley Goode
Hace unas semanas, nadie se hubiese imaginado que pasaríamos la primavera “confinados en nuestras casas” y lejos de nuestros compañeros de trabajo, familiares y amigos. El aislamiento social es, por supuesto, fundamental para reducir la propagación del COVID-19, y esta nueva realidad ha afectado cada área de nuestras vidas.
Nuestros jóvenes son particularmente vulnerables y, a menudo, no se los tiene en cuenta al discutir los efectos del COVID-19. Muchos no se imaginaban la abrupta interrupción de su año escolar. Los estudiantes de octavo grado estaban esperando pasar a la preparatoria mientras que los del último año se preparaban para la graduación y los numerosos eventos previos. Los estudiantes deportistas vieron sus temporadas acortadas mientras que los sueños escénicos de aquellos apasionados por las artes interpretativas se interrumpieron. Lamentablemente, los jóvenes más vulnerables son los más afectados por una crisis como esta, especialmente aquellos que dependen de los sistemas de ayuda en las escuelas, incluyendo alimentos, terapia psicológica y asistencia social.
Dos de mis hijos, uno de 18 y otro de 22 años, están confinados en casa. Aunque tenemos la suerte de tener todo lo que necesitamos, sigue siendo un cambio perturbador e inquietante para ellos. Es un recordatorio de que mientras trabajamos para enfrentar la crisis del COVID-19 desde la perspectiva de las enfermedades infecciosas, los niños y los jóvenes necesitan apoyo y recursos para preservar su bienestar emocional.
La salud mental de los jóvenes ya era un problema grave, considerando que 1 de cada 5 estudiantes tiene una necesidad en materia de salud mental y apenas una fracción de ellos recibe el apoyo necesario. Ahora, estas inquietudes son aún más apremiantes.
El otoño pasado, Blue Shield of California lanzó BlueSky, una iniciativa a largo plazo cuyo objetivo es mejorar la concienciación, la defensa activa y el acceso a los recursos de salud mental entre los estudiantes de secundarias y preparatorias de California. Una parte importante de la iniciativa BlueSky fue llevar terapeutas a 19 escuelas para ofrecer asistencia directa a la salud mental de los estudiantes que lo necesitaban. Estoy muy orgullosa de que nuestro proveedor de salud mental en las escuelas, Wellness Together, esté brindando atención a distancia a estos estudiantes a través de sesiones de videoterapia.
Ahora, estamos mejorando el programa BlueSky para incluir una innovadora campaña digital de tres meses en colaboración con DoSomething.org titulada “New State of Mind”. La campaña es un recurso de salud mental de origen colectivo (con contribuciones de los participantes), en la que jóvenes de toda California y del mundo entero pueden compartir sus consejos para ayudar a combatir la ansiedad, reducir el estigma, crear conciencia y exhortar a los jóvenes a obtener ayuda. Como parte de la campaña, los jóvenes también tienen acceso a recursos en materia de salud mental y COVID-19 que incluyen consejos sobre cómo ayudar a un amigo o a no sentirse solos en época de distancia social. DoSomething.org es la principal organización para los jóvenes y el cambio social, y jóvenes de todos los códigos de área telefónicos de los Estados Unidos participan en sus campañas.
El brote de COVID-19 ha provocado un estrés considerable a los jóvenes y sus familias. Esperamos de todo corazón que la campaña New State of Mind pueda llevar una sensación de tranquilidad durante estos momentos tan inusuales y ofrezca a los jóvenes la posibilidad de dialogar con sus pares sobre cómo esta crisis ha afectado su bienestar mental y emocional. Visite la página web dedicada a BlueSky de Blue Shield of California para obtener más información y recursos para la salud mental juvenil.