Las nuevas variantes del coronavirus han generado preocupación entre los responsables sanitarios de todo el mundo, principalmente por la teoría de que algunas de ellas son más contagiosas. Esto presenta una amenaza a los sistemas médicos ya desbordados, y a la vida de los pacientes actuales y futuros. Aunque las vacunaciones se están intensificando en Estados Unidos, lo que nos ofrece cierta esperanza y ánimo, la noticia de que las variantes podrían convertirse en una cepa dominante en los próximos meses es preocupante.
Sin embargo, los datos concretos con los que contamos deberían disipar algunos temores, y mantenerse al día con la evolución de la pandemia es fundamental a la hora de tomar decisiones mejores.
Recientemente hablamos con el doctor Seth Glickman, director de salud de Blue Shield of California, para que nos explicara qué necesitamos saber y hacer. Aunque no existe información completa sobre las variantes nuevas en circulación, Glickman aclaró algunos temas y ofreció consejos prácticos sobre qué pueden hacer los miembros en relación con las cepas nuevas.

¿En qué se diferencia esta cepa nueva del virus de la anterior?
Las variantes genéticas nuevas son más infecciosas que las cepas que habíamos visto inicialmente. Se detectó una serie de mutaciones diferentes en la secuencia genética del virus, que suponen cambios en la proteína espicular (“spike”), que se encuentra en el exterior del virus, y es el mecanismo mediante el cual el virus se conecta a las células del huésped e infecta a las personas. Todas estas variantes parecen propagarse más fácilmente. Una versión que ha surgido en el Reino Unido tiene un número inusualmente alto de mutaciones, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Otras han surgido en lugares como Sudáfrica y Brasil.
¿Son los síntomas los mismos que los de la cepa anterior?
Cada día surgen datos nuevos, pero aún no podemos afirmar definitivamente si las nuevas variantes están causando realmente una enfermedad más grave o un aumento de las tasas de mortalidad. Al momento, no hay indicios de que sea así.
¿Existe una prueba individual para la cepa nueva?
Para detectar las cepas nuevas, los científicos tienen que realizar la secuenciación genética del virus en laboratorios especializados. Utilizan un método mucho más sofisticado que las pruebas estándar de coronavirus que determina la secuencia genética del virus, identificando así una variante de otra. No hay pruebas comunes o comerciales que identifiquen realmente a las cepas nuevas; todas estas seguirían dando un resultado positivo con los métodos que se utilizan actualmente.
¿Importa qué cepa tengo?
Nuevamente, la teoría actual es que la gravedad real de la enfermedad y su curso son similares en todas las cepas. Sólo que las diferentes cepas hacen que una persona sea más susceptible o que tenga más probabilidades de contraer la infección si se expone a alguien afectado. Sin embargo, en este momento no hay ningún indicio de que cambie realmente el curso de la enfermedad o que impacte en el tratamiento de una persona positiva al COVID-19.
¿Protegerán las vacunas aprobadas contra esta cepa nueva?
En este momento, parece que las vacunas seguirían siendo eficaces para todas las cepas nuevas que se han identificado, pero en distintos grados. Moderna, uno de los proveedores de vacunas, declaró que se registró una reducción en la respuesta a sus dosis de la variante sudafricana, lo que significa que los anticuerpos creados después de la vacunación no son tan eficaces para combatir a esa cepa. Por lo tanto, creo que a medida que surjan más cepas, los estudios sobre su naturaleza nos ayudarán a comprender mejor la eficacia de las vacunas disponibles actualmente. Y las empresas farmacéuticas pueden responder rápidamente. Moderna ya está trabajando en una vacuna de refuerzo para combatir mejor a la variante sudafricana.
¿Cambia o afecta esta situación a todo lo que ya estamos haciendo, como el uso de mascarillas, el lavado de manos y el distanciamiento social?
No. Todas esas medidas de precaución siguen siendo muy importantes y debemos mantenerlas, sobre todo porque algunas de estas cepas nuevas parecen ser más infecciosas. Aun no podemos bajar la guardia. Otras medidas que añadiría a la lista es evitar la mezcla de grupos familiares en un lugar cerrado y evitar las zonas concurridas. Deberíamos respetar siempre estas precauciones y basta aplicar el sentido común.
¿Qué deberíamos indagar sobre esta cepa nueva?
Los expertos científicos y de salud públicas deben seguir indagando si las vacunas actuales mantienen su eficacia contra las cepas nuevas. Para el resto del público, incluidos los miembros y pacientes, amigos, familiares y todo el mundo en realidad, debemos preguntarnos: ¿estoy haciendo todo lo que puedo para seguir las pautas de salud pública y cuidarme así como cuidar a los demás?
¿En qué se parece o se diferencia de la forma en que la gripe muta de una temporada a otra?
El coronavirus es un virus nuevo, nunca lo habíamos encontrado antes. No sabemos muy bien cómo se compara con la gripe, a la que hemos estado estudiando y monitoreando durante décadas. Lo que sí sabemos es que los virus mutan constantemente. La gripe lo hace cada temporada y dentro de una misma temporada, motivo por el cual la vacuna debe actualizarse todos los años y es más eficaz en unos años que en otros. En el caso del coronavirus, algunas de las mutaciones clave se producen en una parte diferente del virus, que afecta a la proteína espicular en su exterior. Esto es lo que el coronavirus utiliza para conectarse a la célula huésped.
¿Es probable que sigan surgiendo otras cepas de COVID en los próximos meses o años?
Creo que mientras el virus circule ampliamente, seguiremos viendo mutaciones, que implican cambios en su genética. Cada vez que el virus se replica en un nuevo huésped, existe la posibilidad de una mutación. Por eso es realmente importante que la vacuna se aplique masivamente, ya que nos permitirá llegar a un punto de inmunidad de grupo, en el que la transmisión disminuye de forma drástica. Eso es lo que realmente reducirá la velocidad de replicación y transmisión del virus, lo que disminuirá la tasa de mutación y la tasa de variantes nuevas de la enfermedad que tendremos que enfrentar.